Algunas ya sabían la buena nueva y otras no, pero como estamos tan felices en casa no puedo dejar de contarles y mostrarles mi amada panza de embarazada. Sí, mi amada panza... es que la amo. Soy una primeriza feliz de 24 semanas que lo único que quería era la chochera de la guata. Y en esas estoy, disfrutando de mirar día a día el crecimiento de ella en el espejo, cuidándola con cremitas y vistiéndola lo mejor que se pueda. Me imagino que el querer verme con guata materializa mucho más el saber que estoy embarazada, que el baby está ahí y crece.
Y cómo crece y cómo se mueve. Movimientos ninja dice mi Albert. Un Baby Ninja. Y bueno.. el Baby Ninja es niño. ¡Y qué niño!
Ya les iré contando que tan grande va la panza, el baby y yo. Así es, yo. Que cada vez voy más grande de todos lados, me quejo, pero no me importa la verdad. Gracias a Dios me dijo el doctor, "eres alta y te puedes permitir unos kilitos de más" ¡¡¡Menos mal!!! Igual cada vez que tengo control voy aterrada, estoy segura que el doc me tirará las orejas por el tema del peso, pero hasta ahora me he salvado. Veremos qué pasa hoy, cuando la pesa una vez más diga la verdad y revele todas la masitas, dulces y churrascos que el Baby Ninja me pide.
Un abrazo a todas y Último Día de Abril anda feliz de la vida por recibir un nuevo integrante.